domingo, 5 de mayo de 2013

¡MIS PRIMEROS CUPCAKES! de los normales, claro.


 
¡Hola!
Hoy estoy muy emocionada, por fin he podido achuchar a mis cucus y salir de mi "encierro".
He pensado que tengo que ir poco a poco para no saturaros con mis posts y además, llevo unos cuantos días sin cocinar nada dulce (bueno, ni nada salado, para qué mentir) y voy con retraso. Quería haber hecho algo para el día de la madre, pero como es mañana y ya no tengo tiempo (tengo un cumple infantil por la mañana) empezaré por mis primeros cupcakes. No salieron mal, pero para mí gusto se podían mejorar bastante.
Vamos con la foto.
Ahora los ingredientes para los cupcakes:

  • 125 gr de mantequilla a temperatura ambiente.
  • 125 gr de azúcar blanco.
  • 2 huevos.
  • 100 gr de harina.
  • Medio sobrecito de levadura Royal.
  • 1 cucharada de extracto de vainilla.
  • 3 cucharadas de leche.
Precalentamos el horno a 180 grados.
Batimos la mantequilla reblandecida con el azúcar (yo lo hice a mano, ya sabéis, con el utensilio ese de toda la vida y dándole con brío) y añadimos los huevos uno por uno y seguimos batiendo.
A parte tamizamos la harina con la levadura y la añadimos a la mezcla anterior. Agregamos la leche poco a poco y seguimos batiendo hasta que nos quede una mezcla homogenea. Vertimos la mezcla en las cápsulas de papel que previamente habremos puesto en la bandeja especial para magdalenas o cupcakes. Este paso podemos hacerlo con una cuchara (la verdad es que es bastante engorroso) o como hace Alma (Objetivo Cupcake perfecto) con la cuchara del helado (¡lo probaré, Alma!), poniendo sólo una cucharada en este caso. Ojo, no llenar hasta el borde, sólo hasta la mitad o como mucho 2/3, porque si no nos subirán mucho y no nos interesa. Yo en aquella época no tenía ni bandeja especial y tuve que hacerlo en la bandeja normal y con las cápsulas a pelo...lo que pasa es que al subir la masa aquello se abre y se abre y bueno...Lo que hice para que esto no pasara fue poner doble cápsula, o sea, dos cápsulas por cupcake en vez de una para reforzar y así conseguí que no se me abrieran demasiado y quedaron bastante decentes. Yo de momento utilizo un molde de silicona que únicamente tiene seis orificios y estoy desesperada esperando poder comprar uno de metal con doce agujeros por lo menos, porque si no hay que hacer tandas y tandas y aquello no termina nunca...En fin, que vale la pena tener una bandeja como Dios manda y no son tan caras.
Con esta receta os tienen que salir bien bien 12 cupcakes.
Horneamos los cupcakes a 180 grados durante unos 20 minutos o hasta que el palillo salga limpio. Mientras podemos ponernos manos a la obra con la cobertura.
Los ingredientes para la crema de mantequilla, frosting o buttercream:
  • 225 gr de mantequilla a temperatura ambiente (no meter en el micro, ¡por Dios!)
  • 500 gr de azúcar glass (sí, ni más ni menos, ya veréis por qué)
  • 2-3 cucharadas de leche.
  • 1 cucharada de esencia de vainilla.
  • Colorante alimentario rojo (en pasta o en gel).
  • Fideos de colores y de chocolate para decorar.
Batimos la mantequilla hasta que esté espesa (con la mano haciendo bíceps, con la batidora eléctrica, con la kitchen Aid, como mejor os vaya). Tamizamos el azúcar glass y añadimos la mantequilla junto con la leche y la esencia de vainilla. Batimos y batimos hasta obtener un tríceps digno de un culturista, o una mezcla cremosa. Añadimos unas gotitas de colorante con cuidado de no pasarnos (más que nada para que luego no den miedo los cupcakes y nadie se quiera acercar) y mezclamos hasta obtener el color deseado.
Lo de utilizar mucho azúcar glass es porque si no aquello no coge forma de ninguna manera, lo tengo súper comprobado. Podéis comprar los botes de azúcar glass de la Azucarera, pero yo recomiendo mejor comprarlos en las panaderías y de quilo en quilo, porque es muy desesperante estar a medias con el tema frosting y ver con horror que está medio líquida y no nos queda ni un gramo de azúcar en el bote. Creerme, es lo mejor y sale más económico. O eso o haceros socias/os de la Azucarera...
Cuando los cupcakes estén horneados debidamente, los sacamos y reservamos 5 minutitos antes de ponerlos en la rejilla para que se enfríen.
Y ahora (no nos escaparemos, nooooooo), a cubrir los cupcakes, ¡sííííí!
Aquí viene el paso con más "intríngulis", es que resulta que como era mi primera vez, bueno, me da vergüenza decirlo, pero yo por aquella época me compré un aparato (que ni me acuerdo de que tienda lo saqué) que parecía una especie de jeringuilla enorme de plástico y llevaba unas boquillas muy "majas" también del mismo material. La cuestión es que me las ingenié para meter la mezcla (¡mi primera buttercream!) allí dentro y empujar hasta que aquello salió disparado y pude cubrir mis cups y quedaron bastante monos, así todos rositas. Después de mirarlos con amor durante unos segundos (sí, los he hecho yo, ¿qué pasa?, me decía a mí misma) eché mano de mis fideos de chocolate y demás y les lloví por encima con ellos. Lo "normal" es poner la buttercream con una manga pastelera desechable (de venta en tiendas especializadas) y una boquilla como Dios manda, para empezar podríamos usar la 1M de Wilton. Cortamos la punta de la manga unos 2cm y si no tenemos adaptador para boquillas, metemos la misma dentro de la manga, rellenamos con la crema, enroscamos el sobrante de la manga y agarramos la parte de arriba con el dedo pulgar (para evitar que se "desenrosque) y los cuatro dedos restantes preparados para apretar.
 Eso es lo que habría que hacer, pero aún y así, los míos estaban buenos, porque no duraron mucho, jiji...
¡Ya lo sé, ya! No hay paso a paso...es que en aquella época nunca se me pasó por la cabeza publicar nada de esto...
Bueno, esto es todo por hoy, ¡mañana si puedo más!
Besitos

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